Harald III Hardrada (El despiadado, el Duro Gobernante) nació en 1015. Fue rey de Noruega de 1047 a 1066 e hijo de Harald I (El de bella cabellera). Era medio hermano de Olaf II, rey de Noruega. Cuando sólo contaba quince años, luchó contra los daneses en la batalla de Stiklestad en el año 1030, combatiendo junto con el rey Olaf II de Noruega (del cual era el menor de sus hermanastros), muriendo este último en la batalla contra los rebeldes noruegos que contaban con el apoyo del reino de Dinamarca. Harald Hardrada estaba con Olaf cuando éste fue asesinado en la batalla de Stiklestad en el año 1030.
Resultó gravemente herido en la batalla, y tras recuperarse huyó hacia los territorios del Oriente. Solicitó refugio en Kiev y fue protegido por su gobernante, el príncipe Yaroslav El Sabio. Viajó durante 14 años, recorriendo y alimentando su idea de un imperio organizado, tomando nota de los nacientes estados rusos. Prestó servicios en los ejércitos del oriente y de Bizancio como miembro de la guardia imperial de la emperatriz bizantina Zoé Porfirogeneta, dejando un legado de grandes hazañas por el Mediterráneo, lo cual se redacta en diversas sagas, en las cuales se menciona que los reyes de Europa en esa época le pagaban para que custodiara sus territorios y no cometiera pillajes en contra de otros estados.
En 1045 regresó a Noruega y 2 años después se convirtió en rey de Noruega tras negociar con Magnus Olafsson la mitad del reino a cambio de la mitad de la riqueza que él había acumulado en oriente, un año después su sobrino, Magnos Olafsson, murió y Harald Hardrada fue rey de todo el reino Noruego.
Luchó con ciertos éxitos y fracasos en las batallas por el trono danés de Sweyn II (1045-62). Amplió las posesiones de Noruega ocupando las islas Orcadas, las Shetland, y las Hébridas, y fundó la ciudad de Oslo alrededor del año 1050.
En pocos años Harald Sigurdsson fue mejor conocido como Hardrada (El despiadado, el duro gobernante). Después, en los siguientes pocos años se involucró en una larga guerra de desgaste contra el rey Sweyn en Dinamarca. La paz entre Harald Hardrada y Magnos Olafsson se selló en un acuerdo de paz en el año 1064. En su afán por conquistar más territorios volvió a declarar la guerra a los daneses, a la vez que sus ansias de poder lo llevaron a poner sus ojos más allá del mar del Norte.
Cuando Edward el confesador, murió en 1066, Harald Hardrada clamó que Edward le había prometido a él y sus desendientes el trono inglés.
En 1066 Tostig de Wessex, su hermano, se encaminó a Noruega para encontrarse con él. Los dos reyes, acordaron invadir Inglaterra y a principioos de Septiembre, cerca de 300 naves salieron a lo largo de la costa e hicieron algunos saqueos, incluyendo la quema de Scarborough.
Cuandoel rey de Inglaterrase le dijo a través de un mensajero que Harald de Noruega había invadido con la intensión de conquistar toda Inglaterra, se dice que el rey replicó: “Le daré solo seis pies de suelo inglés o, ya que se dice que es un hombre alto, le daré siete pies””.
El 25 de Septiembre, el ejército de Harold Hardrada llegó a Yorkshire. Tomó Tostig y Hardrada fue sorprendido en un lugar llamado el puente de Stamford. Era un día caluroso y los Noruegos se habían quitado armaduras. Harold y sus tropas Inglesas devastaron a los Noruegos. Ambos reyes fueron asesinados. Los pérdidas de los noruegos fueron considerables. De las 300 naves que llegaron, sólo 25 regresaron a Noruega.
De sus legados más importantes se pueden describir en la visión de un mundo disponible para él, en el que su autocracia se impusiera, no existiendo suficiente oro ni riquezas para saciar sus ansias de poder. Harald Hardrada, al intentar reunificar el estado de Noruega, tenía el siguiente lema: “Ríndanse o mueran”, aplicando la doctrina del exterminio de las diferentes tribus rebeldes que estaban ubicadas a lo largo del territorio. También hay que reconocer que su visión imperialista individual formó el carácter moderno de un emporio comercial diversificado entre los diversos mercados europeos de la época. Puede atribuírsele además el diseño implementado de las embarcaciones conocidas como Drakkars, que surcaron los mares en busca de aventuras y riquezas.