Carlos Martel (en adelante se haría referencia a él por este nombre aunque adquiriá el sobrenombre Martel o “Martillo” después de la batalla de Poitiers, cuando combatió contra las fuerzas árabes) nació en Heristal, Bélgica, el 23 de Agosto del 686 y fue el hijo ilegítimo de Pipino de Heristal (conocido como Pipino II o El Joven) con Alpaïde de Bruyeres. No fue rey, como pudiera pensarse aunque actuó como tal desde que tomó el poder. Influyó de manera decisiva en la historia cuando el cristianismo estaba de rodillas frente a la amenaza árabe que se estaba a expandiendo desde la península ibérica hacia el sur de Francia.
Carlos Martel se hace con el poder
A la muerte de Pipino de Heristal en 714, Carlos Martel, que contaba con 29 años, ocupó la plaza de mayordomo de palacio, pero siendo hijo ilegítimo, no era favorecido por Plectrude, la esposa de Pipino, quien movió su influencia para encarcelarlo y reservar el trono para el heredero legítimo Thiaud, quien contaba tan solo con 6 años de edad. Sin embargo dichas medidas no fueron recibidas en varias provincias que no aceptaban el mando de una mujer y además deseaban imponer su propio líder. Las revueltas comenzaron en 715 con Neustria, a la que se agregó el norte de Italia, Sajonia y Austrasia.
Carlos Martel restaura el reino franco
Bajo este clima de rebelión, logra escapar de su prisión y se pone a la cabeza de la rebelión de Austrasia, teniendo que enfrentarse a los neustrianos en las batallas de Amblève (en 716) y Vichy (en 717). Victorioso y apoyado por las provincias en rebelión, se dirige a Colonia, donde se encuentra Plectrude con su joven hijo, y la obliga a aceptar la derrota de sus fuerzas y otorgar el cargo de su mayordomo. Después, se dedica a unificar el reino franco, instalando en el trono a Clotario IV y destronando a Chilperico II, también repudió al obispo de Reims, Rigoberto, ya que era favorable a Plectrude. Rápidamente, derrota a Rainfroi, quien era mayordomo de palacio de Neustria, luego a Eudes, duque de Aquitania. Poco tiempo después, Carlos batalla nuevamente con Neustria, la cual consigue derrotarla decisivamente en la batalla de Soissons. Luego de solucionar los problemas internos, se dispone a recuperar los terriotiros perdidos en Austria y el sur de Alemania, lo cual consigue tras 18 años de guerra, logrando dejar el reino franco tal como lo dejara su padre Pipino de Heristal.
Clotario IV muere y Carlos Martel se ve obligado a reponer en el trono a Chilperico II, aunque éste fallece en 721, por lo cual se traslada al monasterio de Chilles buscando al hijo de Dagoberto III, el merovingio Thierry IV para colocarlo en el trono franco.
Se casó primero con Chrotrud, con quien tuvo tres hijos: Jerome, Carlomán y Pipino. Su segundo matrimonio fue en 725, tomando como esposa a Sunnichila, quien daría a luz a Grifón y Chiltrud.
La invasión árabe
Para el año de 732, la península Ibérica se encuentra bajo ocupación árabe y amenaza con consumir al mundo cristiano europeo. El gobernador de Al-Andalus, Abderramán planea continuar la invasión hacia el norte. Carlos Martel tiene ante sí, la dura tarea de frenar el avance árabe y proteger al reino franco y a su vez al mundo cristiano. Los árabes contaban con los bereberes como aliados desde el 711, mismos que avanzaban por los Pirineos. Así mismo, habían conquistado el Languedoc y gran parte de la Borgoña actual y se encontraban en la empresa de llegar al centro mismo del territorio franco. Sin embargo, son detenidos por el momento por el duque de Aquitania, Eudes, que detiene el primer ataque en Toulouse en 721 y se alía con el gobernador berebere de Septimania, Munuza, consiguiendo que los árabes retrosedan a España y le ofrece a su hija en matrimonio, pero no llega a concretarse debido a que Munuza muere en un enfrentamiento con Abderramán, quien enfurecido lanza un ataque sobre Aquitania. De esta manera, es en el año de 732 cuando Abderramán comienza una ofensiva a través de la frontera e intenta tomar el santuario de San Martín de Tours.
La batalla de Poitiers
Ante esta invasión, el duque Eudes solicita la ayuda de Carlos Martel, no pudiendo hacerle frente el solo al conflicto. Éste accede a hacerse cargo y luchar contra los árabes reuniéndose ambos ejércitos en Moussais, entre Tours y Poitiers. Ya se puede observar la difícil batalla que se aproxima, contando su ejército con 15000 a 75000 unidades de infantería veterana, mientras que el ejército invasor contaba con una fuerza de entre 60000 y 400000 hombres, aunque es más probable que la cifra real estuviera más cercana a 60000. Durante los días previos a la batalla ninguno de los dos bandos quería ser el primero en entablar combate, realizándose solamente una serie de escaramusas durante seis días hasta que en el séptimo Abderramán inició el ataque, confiado en su numerosa caballería. Sin embargo la infantería de Carlos cerró sus líneas y rechazó el ataque de caballería de Abderramán, causando graves pérdidas al ejército árabe y muriendo éste.
Para prepararse para la batalla tuvo que armar y sostener un poderoso ejército y dado que los recursos no alcanzaban, debió expropiar tierras de la iglesia para entregarlas a sus guerreros de manera que pudieran armarse debidamente, lo cual era en extremo costoso.
Seguido de la muerte de Abderramán, Carlos recibe el sobrenombre Martel, que quiere decir martillo, y que simbolizaba la dureza con la que había derrotado a los ejércitos árabes. El campamento árabe fue saqueado y los líderes árabes capturados fueron muertos. Dicho somber nombre le acarreará prestigio y despertará el temor en aquellos que se cruzen en el camino de las fuerzas de Carlos.
Aunque las fuerzas árabes fueron vencidas en la batalla de Poitiers, logran hacerse con Aviñón y Arles y lanzan un ataque sobre la Borgoña en 735. En la Borgoña muchos líderes deciden pactar con los árabes, pero Carlos Martel les obliga a retirarse del valle del Ródano en 736, y conquista Aviñón en 737 junto a su hermano Childebrand. Aunque no logra conquistar Narbona, conquista la Provenza aliado con los Lombardos, rechazando el llamado del papa Gregorio III para expulsarl a los lombardos de roma. Los aliados Borgoñenses de los árabes reciben su castigo y sus bienes se reparten entre los guerreros francos.
La sucesión de Carlos Martel
En 737, Thierry IV muere y Carlos Martel asume el poder absoluto del reino franco, reinando hasta su muerte el 22 de Octubre de 747, ocurrida en Quierzy, siendo enterrado en la basílica de San Denis. Posteriormente el poder es repartido entre sus dos hijos: Carlomán y Pipino El Breve. Carloman asume el control de los territorios de Austrasia, Alemania y Turingia, mientras que Pipino el Breve, toma Neustrasia, Borgoña y Provenza. De esta línea, surgiría el imperio carolingio, tomando el lugar de la dinastía merovingia, que se encontraba en plena decadencia. Pipino El Breve fue el padre de Carlomagno.