El Ché Guevara, como sería mundialmente conocido, es un personaje que sobresalió en su tiempo por su espíritu revolucionario y su ansia de conocer y resolver los problemas de la gente más pobre, a quienes intentaría ayudar con miras a llevar a cabo la Revolución contínua que predicaba Grotski antes de ser asesinado en México muy probablemente por orden de Stalin. Sobrepasa los límites al ser un individuo que decide salir del sistema e ir más allá de él e incluso llegar a cambiarlo en favor de sus ideales. Existe una imagen negativa del él resultado de la campaña capitalista en contra de la revolución, en donde es visto como un terrorista cruel y despiadado, sin tomar en cuenta los puntos positivos tanto de su manera de ver el mundo como de su compromiso con sus ideales. Habiendo viajado por américa latina, Rusia, China, México, África, intentando por todos los medios hacer un cambio en la realidad de la gente, el Ché Guevara brilla a menudo como un símbolo de rebeldía y activismo para la juventud, ícono de un personaje que murió en la lucha revolucionaria, siendo fiel a sus convicciones.
Juventud
Ernesto Guevara nació el 14 de Junio de 1928 en Rosario, Argentina, en el seno de una familia acomodada, donde se convencería por estudiar medicina. Padeció desde los dos años de asma, lo cual lo limitaría seriamente en el ámbito deportivo, al cual era muy aficionado no obstante, llegando en ocasiones a su casa cargado por sus compañeros. Dentro de sus aficiones durante su juventud, se encuentran la lectura de textos filosóficos y políticos, la escritura, el ajedrez y el rugby. Desde muy joven dio muestras de su caracter revolucionario.
Viajes
El 1° de Enero de 1950, a la edad de 22 años, llevó a cabo su primer viaje solo, en una bicicleta con motor marca “Cucchiolo”, recorriendo 4.500 kilómetros visitando a su amigo Alberto Granado en Córdoba y visitando también Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, y volver por San Juan, Mendoza, San Luis, las cuáles eran las provincias más atrasadas del país. A ese primer viaje, le siguió otro en el buque petrolero YPF, donde tenía el puesto de paramédico. Después vendría el primer viaje latinoaméricano, donde recorrería Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, en donde el Che Guevara podría ver con sus propios ojos la lamentable situación de las masas en américa latina y la influencia constante y creciente del imperialismo de los Estados Unidos en las regiones que visitaba. Durante este viaje sus ideas se inclinaron definitivamente por la ideología marxista al ver la realidad reinante.
El Ché Guevara en México
Después de otro viaje por latinoamérica y Guatemala, llegó a México, donde conoció a Fidel y a Raúl Castro, personaje que sería decisivo en su vida, ya que era un revolucionario activísimo como el. Probablemente sin la influencia del Ché, Cuba nunca se hubiera tornado comunista, ya que la fuerza política que Fidel Castro representaba era anticomunista, el llamado Movimiento 26 de Julio; aunque no así su hermano Raúl Castro, el cual era más radical y sí había pertenecido al partido comunista. En México entrenó con las fuerzas de Fidel Castro y mostró excelentes aptitudes para la guerrilla, que junto con sus innatas características de pensador independiente lo llevaría a entablar una gran relación con Fidel Castro.
La Revolución Cubana
Con el tiempo el Ché tendría tanta influencia en Fidel Castro que muchos militantes del partido se sentirían intimidados y tratarían de opacarlo. Después del entrenamiento, partió a Cuba con los hermanos Castro, enlistado como médico y desembarcó en Cuba en 1956. Después de varios enfrentamientos, la guerrilla al mando de Fidel Castro ocupó Sierra Maestra como centro de operaciones y se convirtió en lugarteniente de Fidel Castro, mandando una de las dos columnas que salieron de las montañas orientales con el objetivo de conquistar la isla y derrocar la dictadura de Batista, quien se había caracterizado por implantar un régimen dictatorial y sangriento. Luego el participó en la batalla por la toma de Santa Clara en 1958, finalizando la campaña al entrar en La Habana en 1959.
Luego del éxito de la revolución cubana, fue acogido por el gobierno cubano y obtuvo varios cargos así como la nacionalidad cubana por nacimiento. Dentro de los cargos que el desempeñó en Cuba se encuentran: Jefe de milicia, director del Instituto de Reforma Agraria (1959), presidente del banco nacional, ministro de Economía (1960) y ministro de la Industria (1961). De esta manera ganó gran prestigio entre el ambiente comunista mundial y siguiendo el ejemplo de la Rusia de Stalin, intentó desarrollar la industria poniéndose en contacto con la super potencia de oriente: la URSS. Dentro de este marco llegó a varios acuerdos económicos que se encaminaban a la independencia económica de Estados Unidos. Además, se distingüió por atacar al imperialismo norteamericano en varios foros internacionales.
El Ché Guevara en el Congo
Después de prestar su servicio en Cuba, radicalizó aún más su comportamiento al emprender el viaje junto con 120 cubanos, a la república Democrática del congo, donde junto con sus hombres apoyó el movimiento revolucionario. Con más esperanzas y fé que recursos y posibilidades reales de hacer la diferencia, el Ché se enfrascó en la guerrilla teniendo que enfrentar innumerables problemas, por lo que el intento de expansión de la revolución en África fue un completo fracaso que no le dejó más opción que retirarse de vuelta a latinoamérica en 1966. Como se dijo al principio, su idea consistía en promulgar la revolución contínua; pensaba que para que existiera una revolución no era necesario que una nación la cultivara desde dentro por medio de desigualdad y corrupción sino que el propio movimiento armado crearía las condiciones necesarias para la misma.
Su última aventura en Bolivia
Fiel a sus ideas y muy persistente, Guevara continuaría con el movimiento revolucionario ahora en Bolivia, país al que veía con una posición estratégica favorable dada su ubicación geográfica que limita con Perú, Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, pudiendo en un futuro irradiar su influencia revolucionaria. De la misma manera había pensado acerca del Congo, sin embargo, dificultades como el idioma y el compromiso revolucionario no lo habían permitido. Ahora en una situación similar debía funcionar. Tenía que funcionar.
No obstante, la acción guerrillera en favor de la revolución no tuvo gran auge en Bolivia, donde experimentó su teoría una vez más con funesto resultado. Abatido por el asma que había empeorado en la región selvática que se encontraba y delatado por campesinos locales, el 9 de Octubre de 1967 fue ejecutado en La Higuera, Bolivia. Se dice que para que el mito del Ché no creciera y se convirtiera en un peligro más grande, fue la misma CIA quien aconsejó al gobierno Boliviano la ejecución. No obstante, esta ejecución sirvió para inmortalizar su figura en las mentes de la juventud y del mundo revolucionario para siempre.
Dentro de sus ideas más destacadas se encuentra la del trabajo voluntario, el cual pensaba que tenía que ser parte integral del nuevo hombre, el “nuevo hombre socialista”, una nueva clase de ser humano con altos estándares morales y éticos que optaría por el trabajo voluntario como medio de colaborar a la sociedad como un todo, desprendiéndose de los fines egoístas.