Biografía de Muhammad Ali

Cassius Clay (en adelante en este texto “Muhammad Ali”, aunque el cambio de nombre ocurrió hasta después de la victoria contra Sonny Liston) nació en Louisville, Kentucky. Cuando tenía 12 años, le robaron su bicicleta, hecho que denunció a un policía (y entrenador de boxeo) llamado Joe Martin, quien sugirió que Cassius debía empezar a pelear, y bajo su tutela, creció rápidamente en las categorías juveniles. Tras ganar una pelea callejera de juventud, se convenció de que era el más grande pugilista que había nacido en el mundo.

El 29 de octubre de 1960, en Louisville, obtuvo su primera victoria como profesional. Fue por puntos, en una pelea a 6 rounds enfrentando a Tunney Hunsaker, quien era el jefe de policía de Fayetteville, West Virginia. A pesar de ser un alumno regular, ganó 6 veces los guantes dorados de Kentucky, y se graduó a pesar de sus bajas notas. Previendo el futuro, el director anunció en una ocasión al resto de los profesores de la escuela que algún día haría famosa a la institución. Tiempo después, el boxeador bromearía sobre su pobre historial académico al afirmar: “Dije que que era el más grande, no el más inteligente”.

En los Juegos Olímpicos de Roma 1960 obtuvo la medalla de oro en la categoría de pesos ligeros. Tras ello, se volcó al profesionalismo bajo la tutela de otra leyenda del boxeo: Angelo Dundee. Muhammad pronto se volvió famoso por su estilo poco ortodoxo, sus resultados espectaculares y su constante autopromoción. Solía recitar poemas compuestos por él mismo en los que mencionaba en qué round noquearía a su oponente, ya fuera en conferencias de prensa o en programas de televisión. Eran bien conocidas sus alabanzas a sí mismo, con frases como “soy el más grande” o “soy joven, hermoso, rápido y nadie me puede vencer”.

La carrera pugilista de Muhammad Ali

Entre 1960 y 1963 alcanzó un récord de 19-0, incluyendo 15 knockouts. En sus primeras peleas profesionales mostró una increíble rapidez de manos y pies considerando su estatura de 1.88 metros y un peso de 85 kilogramos. Derrotó a boxeadores de la talla de Tony Esperti, Jim Robinson, Donnie Fleeman, Duke Sabedong, Alonzo Johnson, George Logan, Willi Besmanoff, Lamar Clark (que había ganado sus 40 peleas anteriores por knockout), Sonny Banks (que logró tirar a la lona a Muhamed Alí durante la pelea), Alejandro Lavorante, y Archie Moore (una leyenda del boxeo que tenía en su haber 200 victorias). Extrañamente, tanto Banks como Lavorante murieron en el ring en combates posteriores. Rápidamente se convirtió en el contendiente número uno por el título que en ese entonces ostentaba Sonny Liston. Liston era temido y respetado, y prácticamente nadie otorgaba al joven boxeador oportunidades de derrotar al campeón. Sonny Liston, ahora rival de Muhammad Ali, no sólo había conseguido la corona al noquear en el primer asalto a Floyd Patterson, sino que también lo demolió en la revancha. Igualmente despachó por la vía rápida a Cleveland Williams, Nino Valdés y Zora Folley. Sin embargo, consiguió la victoria en este combate con su técnica peculiar que él mismo había definido como “vuela como una mariposa y pica como una abeja” la cual se basaba en moverse alrededor del rival y ir golpeándole constantemente de forma que el rival no pudiera pensar en casi ningún momento del combate.

Su combate contra Liston se inició con este último bailando alrededor de un Liston ansioso por hacerle daño. Para sorpresa de todos, Muhammad Ali esquivó los primeros puñetazos y además le partió una ceja al campeón en el segundo asalto. Sin embargo, al término del tercero, volvió a su rincón ciego, con un terrible escozor en los ojos y pidiendo a gritos a su entrenador, Angelo Dundee, que arrojase la toalla. Puede que aplicaran linimento en los guantes de Liston con mala intención, o que la pomada a base de hierro usada para contenerle la hemorragia causara estragos en su vista. En el sexto asalto recobró la visión y contuvo al campeón, que ya no pudo saltar a disputar el séptimo por un dolor en el hombro.

“¡Soy el más grande!, ¡soy el más grande!”, fue la frase con que el futuro Muhammad Alí oficializaría ese triunfo sobre el “Oso Feo”, como llamaba burlonamente a su contrincante.

Un año después Muhammad Ali (nombre que adoptaría al convertirse a la religión musulmana) dio la revancha con el título del mundo en juego a Sonny Liston quien fue derrotado en el primer asalto con uno de los KO más espectaculares de la historia del boxeo, el golpe con el que lo noqueó fue conocido como la mano fantasma.

Cassius Clay se cambia el nombre por Muhammad Ali, convirtiéndose al Islam

En 1964 se, despues de la victoria contra Sonny Liston, Cassius Clay se convirtió al islam y adoptó el nombre de Muhammad Alí. En 1967 se negó a incorporarse al ejército alegando ser musulmán y por lo tanto objetor de conciencia. No le importó exponerse a un castigo de cinco años de prisión y 10 mil dólares de multa por negarse a servir en las Fuerzas Armadas. Acusado de desertor, las autoridades del boxeo declararon su título vacante. Sin embargo regresó al ring en 1970 y ganó dos peleas, pero perdió el combate por el título contra Joe Frazier en marzo de 1971. Ese mismo año el Tribunal Supremo de los Estados Unidos revocó la condena.

Revocada la condena por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, reapareció con todos los honores en 1974: derrotó a Frazier y recuperó el título de los pesos pesados al dejar fuera de combate al campeón, George Foreman, en Kinshasa (Zaire). Cuatro años más tarde (1978) perdió el título ante Leo Spinks en Las Vegas, y meses después, consiguió recuperarlo tras derrotar a ese mismo en Nueva Orleans.

Retiro

Anunció su retirada en 1979, pero al año siguiente retó al que era entonces campeón mundial, Larry Holmes, quien lo venció con claridad. Su carácter temperamental y fanfarrón hizo de Muhammad Ali siempre un acreedor a un puesto preferente en la prensa deportiva. Su larga carrera tenía que dejar su huella y en 1984 se enteró que sufría el Mal de Parkinson, un síndrome neurológico caracterizado por temblores, rigidez de los músculos y lentitud del habla y de los movimientos. En los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996) encendió la llama olímpica en el estadio.

Su paso a la historia

La vida y el éxito de Muhammad Ali se trasnformaron en un ejemplo vivo para generaciones venideras del deporte, así como un ícono del guerrero y el arte de combatir, usando no sólo el talento sino la audacia, astucia y valor, atacando también la mente de sus oponentes. Inclusive, el actor Sylvester Stallone, cuenta que fue gracias a la inspiración de una pelea de Muhammad Ali, que pudo escribir la exitosa serie de películas Rocky, aunque la inspiración no vendría directamente desde él. Una noche, fue a ver un combate de boxeo entre Mohammed Ali y un desconocido llamado Chuck Wepner, que le aguantó 15 rounds. Nadie antes había llegado tan lejos frente al gran Muhammad. Stallone volvió a su casa totalmente alucinado: en tres días tendría terminado el guión de “Rocky”, que dictó en voz alta al tiempo que su mujer lo mecanografiaba.

Con una reputación de luchador agresivo de fuerte personalidad, su técnica fue definida como “volar como una mariposa y picar como una abeja”. Muhammad Ali estuvo en primera plana en los medios de comunicación, retando y provocando a sus contrincantes a través de entrevistas y confrontaciones concertadas de antemano. Llegó a ser una figura del deporte reconocida a nivel mundial y se retiró como uno de los mejores campeones de boxeo. Muhammad Ali se hizo famoso por su locuacidad temeraria al dedicar incontables bravatas e insultos a sus contrincante. Murió el 3 de junio de 2016.

Fuente.